La Cruz de la unidad, signo de nuestra misión

En la Cruz de la unidad, que nos regaló nuestro fundador, el P. José Kentenich, vemos expresada nuestra misión como señoras de Schoenstatt. Por eso, esta cruz es el signo de la pertenencia a nuestra comunidad: nos recuerda que, queremos cumplir nuestra tarea en el mundo y para el mundo como lo hizo María al pie de la cruz.

Historia de la Cruz de la unidad

Año 1960: En Friburgo, Suiza, y en Santa María, Brasil, unos seminaristas chilenos provenientes del Movimiento de Schoenstatt buscan la imagen de Cristo propia del fundador, el P. José Kentenich. Uno de ellos, Ángel Vicente Cerró, plasma la Cruz de la unidad.

Navidad de 1960: el primer sacerdote de esa generación de futuros padres de Schoenstatt que recibe la ordenación lleva la Cruz de la unidad al santuario de Schoenstatt de Bellavista, en Santiago de Chile.

Noviembre de 1965: la Familia de Schoenstatt chilena regala la Cruz de la unidad al P. Kentenich con motivo de su 80º cumpleaños en Roma.

Diciembre de 1965: el P. Kentenich regala la Cruz de la unidad a la que por entonces era la provincia suaba del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt para el santuario de Schoenstatt de Stuttgart-Freiberg, donde la Cruz permanece desde 1969.

© Archivo de los Padres de Schoenstatt, Chile

El significado de la Cruz de la unidad

Un Cristo de los vínculos:

La Cruz de la unidad muestra a Cristo en su relación con Dios Padre, con María y con los hombres. El símbolo del Padre sobre la cabeza de Jesús indica la permanente unión del Padre con el Hijo y con todos nosotros.
Desde la cruz, Jesús establece de forma nueva y permanente relaciones y vínculos mediante las palabras que dirige a Juan y a María: «Mujer, ahí tienes a tu hijo», «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19,26s).

La Cruz de la unidad muestra a la Madre de Jesús, que lo acompaña en la muerte. Ella no está al lado de la cruz, sino lo más cerca posible de su Hijo, con él en la cruz.
«Stabat: ella estaba de pie junto a Él. No solamente permaneció exteriormente de pie, sino también en adhesión interior a Él, totalmente junto a Él» (J. Kentenich, 1956).

El cáliz en manos de María

María está al pie de la cruz en representación de la creación entera y sostiene en sus manos el cáliz junto a la herida del costado de Jesús, recibiendo de parte de Él el regalo de la salvación y haciéndolo fecundo para el mundo entero.

María con el cáliz en sus manos es símbolo de la comunidad de las señoras de Schoenstatt y modelo para cada una de ellas.

© Archivo central de los Padres de Schoenstatt